Un día cualquiera...
irrumpiste en mi aburrimiento...
me dejé‚ llevar
lujuriosamente a la esperanza...
(Quimérico puerto).
Mi corazón se agitó
como leve cigarrillo
sin mañana...
Alquimista del misterio sorprendiste
mis amaneceres (olvidados escritos...)
Un tal Borges compartió
desde el esplendor
de coloreadas letras y frases perfectas
nuestro Edén...
(Sueños laberínticos)
Mi rostro inmóvil saluda
( a la voz que camina entre poemas)
y … recuerda
a un Buenos Aires ya lejano.
La aparición de algún fantasma…
(sombra sin forma)
vestigio de un pasado que corre
paralelo ...
a nuestro encuentro
sacude mi mente y me espanta.
Extraviada en la vanidad
de mis sentidos dejo a tus besos (curvas peligrosas)
deslizarse y caer …
(Me distraen...)
Los Beatles o Dead Can Dance o Vangelis descubren
los secretos sonidos de la inmortalidad.
El demonio huye dando aullidos...
Los ruidos de la noche
se pierden en la madrugada...
Y tú...
tú estás …
Eso
me basta.
Polanco. D.F. México 29-1-1995
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